martes, 17 de septiembre de 2013

¿Qué es la curación de contenidos?

Las redes sociales y, en general, el ecosistema 2.0 empezaron cambiando nuestro modus operandi y subrepticiamente han terminado por cambiar nuestro modus vivendi. Uno de los mayores riesgos que corremos en Internet es la infoxicación de cotenidos: tanta, pero tanta, información que ¿cuál elegir? ¿con qué criterio?

Y no parece que esto vaya a mejorar puesto que la cantidad de información crece y crece exponencialmente. Si queremos mejorar la eficacia en la búsqueda tendremos que afinar en los criterios de búsqueda, pero ¿qué pasa si no tenemos una idea clara de qué es exactamente lo que buscamos, si lo que nos empuja a la búsqueda es una vaga idea o una intuición? En ese caso, el criterio de búsqueda no basta, necesitamos una ayuda guiada que nos vaya conduciendo hacia ese destino que poco a poco se va determinando con mayor precisión.

En otras ocasiones, el destino es muy claro, por ejemplo queremos saber todo lo que se dice sobre una determinada marca, pero aunque el destino esté muy definido las olas y espumas de la tempestad informativa propia de la web hace que no sepamos por donde comenzar o continuar la búsqueda hasta llegar a sintetizar las conclusiones perseguidas.

En cualquiera de los dos casos anteriores, o alguno otros que el lector puede imaginar, es necesario un proceso de curación de contenidos, a veces también denominado -con algunos matices- marketing de contenidos.

¿Qué es la curación de contenidos?

En Doppler se define la curación de contenidos web como "el proceso de análisis y recomendación de contenidos sobre una temática en particular".
La curación de contenidos es el proceso, pero el agente de curación -el sanador de contenidos- se convierte en un faro luminoso para quienes quieren poner en él su referencia derivando la calidad de las búsquedas en la confianza que suscita el sanador. A veces esta es una confianza personal y otras, las más de las veces, estadística. Por poner un ejemplo a nuestro alcance, Pinterest es un paradigma de servicio web de contenidos curados que irá seleccionando para sus usuarios los contenidos por los que haya manifestado algún interés.
Reflexionando, nos damos cuenta de que servirse de un  servicio de curación de contenidos supone, de algún modo, renunciar al propio criterio para fiarse del criterio de otros que consideramos más expertos, que tienen esta actividad por profesión o a los que pagamos por realizar este trabajo por nosotros. La principal característica del cliente de un proceso de curación de contenidos es la fe, en el sentido que tiene de confianza en otro.

Y, ¿qué hay del sanador de contenidos?

Para comprender cuál es el trabajo de estos profesionales, veamos cómo es el proceso de curación de contenidos, que habitualmente se extiende a cuatro actividades que describimos a continuación:

1. Selección de las fuentes de información

No podemos partir del universo mundo, de toda la web. El punto de partida es una marca, una tecnología, un área de interés, etc. Cuando más se concreten los objetivos más sencillo será el resto del proceso, por lo que antes de ponerse a seleccionar, leer y evaluar hay que definir bien la misión que se pretende.
Una vez definida la temática, hay que seleccionar las fuentes de información, que variarán dependiendo de los objetivos a conseguir. Por ejemplo, si se quieren conocer las opiniones de los clientes de una marca, habrá que seleccionar foros de discusión o ciertas redes sociales; si se trata de una tecnología, lo lógico es que seleccionemos fuentes relacionadas con las página web de las marcas representativas, por ejemplo, sus páginas de RSS.
Esta actividad del proceso de curación de contenidos es transversal a todo el proceso puesto que constantemente hay que estar buscando nuevas fuentes.

2. Filtrado de la información

Una vez seleccionadas las fuentes habrá que iniciar un proceso de filtrado de la información que proporcionan. Por ejemplo, no todos los posts de un blog serán de nuestro interés, o sí, depende de cuál sea el enfoque del blog.

3. Lectura, evaluación y clasificación de los contenidos seleccionados

Una vez seleccionados los contenidos que nos interesan habrá que explorarlos para poderlos evaluar.
La calidad de esta actividad del proceso dependerá de la formación específica del evaluador que podrá optar por descartar el contenido, calificarlo, clasificarlo, agruparlo con otros contenidos, etc.

4. Difusión selecta de la información ponderada

El producto del trabajo realizado por el sanador no será eficaz mientras no sea difundido a potenciales lectores o clientes que puedan estar interesados en esos contenidos. Para ello necesitamos definir qué transmitir exactamente, por qué canales se transmitirá y cuáles es el target de esta información previamente ponderada.  

Tenemos que darnos cuenta de que la inmensa mayoría de los contenidos son públicos y que la misión del proceso de curación de contenidos es proporcionar el valor añadido necesario para que el lector final no tenga que gastar su tiempo en un proceso que no le interesa, puesto que solo busca el contenido final seleccionado y calificado. El servicio puede ser gratuito o de pago, con independencia del coste -si lo hubiere- del acceso a los contenidos.

Los beneficios que aporta al marketing online la curación de contenidos se articula en torno a la mejora del posicionamiento web añadiendo opiniones propias a los contenidos curados, extensión del networking que ayude a realizar nuevas conexiones profesionales y alianzas estratégicas, incremento de la productividad por el ahorro de tiempo y esfuerzo y, por último, favorecer el branding pasando a ser un referente relevante en unos temas concretos.
Los diez pasos de la curación de contenidos (Eva Sanagustín)
Si quieres profundizar más detalladamente en el proceso de curación de contenidos te recomiendo la página de Eva Sanagustín en la que la autora describe el proceso en 10 pasos más detallados.

  1.     Elegir el tema a filtrar
  2.     Elegir las palabras clave
  3.     Elegir las fuentes de información
  4.     Crear alertas para seguir a las fuentes
  5.     Determinar el criterio para elegir la información
  6.     Determinar cómo lo verá el usuario
  7.     Determinar cómo será la herramienta
  8.     Elegir la herramienta de publicación
  9.     Combinar con contenido original
  10.     Promocionar el contenido filtrado

Y, si quieres más, aquí tienes la página con el Manifiesto profesional de la curación de contenidos escrito por Rohit Bhargava, fundador del Influential Marketing Group y profesor de la Universidad de Georgetown.
En el siguiente post (Curación de contenidos educativos), aplicaremos estas ideas al entorno educativo. 

____________________

Alfredo Abad Domingo.
Twitter: @AlphesTIC,  https://twitter.com/AlphesTIC 
Facebook: https://www.facebook.com/alfabad 

5 comentarios:

  1. Esto me viene muy bien para comprender el uso que puedo darle a herramientas como Soop.it.

    ResponderEliminar
  2. Me alegro de que te haya sido útil, Jorge; espero que la segunda parte del artículo no te defraude.

    ResponderEliminar
  3. Un placer colaborar contigo, Eva, para difundir ese trabajo tuyo tan interesante.

    ResponderEliminar
  4. Una lectora me hace la siguiente apreciación de interés y copio a continuación lo que pienso sobre lo que argumenta con razón.

    Considero que es una mala traducción del inglés al español content curation ó content curator debe ser equivalente a conductor de contenidos y no curar contenidos o su otra variante comisario conservador de contenidos, como sería la traducción literal.

    "No puedo estar más de acuerdo contigo El mundo técnico y más específicamente el informático, está -lamentablemente- alejadísimo de la corrección lingüística, incluidos los matices semánticos.
    Yo, en algunos de mis libros, he intentado purificar -por lo menos algo- el lenguaje y me he encontrado con enormes barreras: "los libros técnicos deben utilizar la jerga profesional y no se pueden utilizar palabras que nadie (técnico) utilice habitualmente". O sea, empobrecimiento.
    Un último apunte: "queda totalmente prohibido utilizar oraciones de relativo porque los estudiantes que proceden de la Secundaria tienen dificultades para entenderlas".
    ¿A que es bueno, eh?
    O sea, un libro de texto técnico debe ser meramente descriptivo (sujeto, verbo y predicado), pero ni hablar de utilizar modos lingüísticos que permitan expresar una cadena de razonamientos, por ejemplo, para extraer una consecuencia que haga avanzar la ciencia.
    ¡Cómo te entiendo!"

    ResponderEliminar

Comparte aquí tu comentario, seguro que será interesante para todos.